Según publica El País en su edición de hoy, la Sala de lo Social del Tribunal Supremo ha dictado dos sentencias responsabilizando a la jerarquía eclesiástica de los despidos improcedentes de un gran número de profesores de religión.
Hasta ahora, venía siendo el Estado quien se hacía cargo de las indemnizaciones que tales despidos acarreaban, aunque era (es) la Iglesia quién decide las contrataciones y despidos. Dichos despidos se produjeron a veces tras la participación del profesor de turno en huelgas legales o bien tras hacer manifestaciones a medios de comunicación que incomodaron a los prelados; en otras ocasiones, fueron acontecimientos de la vida privada de los profesores los que los condenaron al despido (divorcios, vida en pareja fuera del matrimonio, etc).
Dichas actuaciones eran defendidas desde la jerarquía católica bajo el amparo del Concordato de 1979 entre el Gobierno Español y el Estado del Vaticano, pero dicta la sentencia que "Ninguna confesión, grupo, persona física o jurídica, Administración Pública o Corporación puede pretender colocarse por encima de los derechos constitucionales, pretextando normas o tratados que al ser normativa de derecho español están sometidos al imperio de la Constitución y a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional".
Nos alegramos que por fin alguna sentencia ponga en entredicho el funesto Concordato, o al menos la interpretación interesada que algunos quieren hacer de él.
Desde la Federación Estatal de Profesores de Religión (FEPER) se congratulan por la sentencia. Desde Azote de dioses, nos alegramos de que los derechos de los trabajadores prevalezcan sobre las arbitrariedades eclesiales, pero asimismo nos permitimos recordarles a los miembros de la FEPER que fueron también dichas arbitrariedades las que les proporcionaron un puesto de trabajo que para otros conllevan muchas horas de preparación de oposiciones. No están moralmente autorizados a criticar unas sin hacerlo de las otras, si no es a costa de ser ellos mismos los que incurran en arbitrariedades tales como las que denuncian.
Desde Azote de dioses lucharemos siempre por sacar la formación religiosa de la enseñanza pública, pero no estaría de más que mientras se mantenga el actual status, los requisitos de acceso para los docentes de esta "asignatura" se igualasen a los del resto.
te he leido atentamente, todo lo que has escrito.
ResponderEliminares un poco pretenciosa tu proclama de pensamiento racional. hablas con esloganes, con titulares, citas con actos y pretendes que nietzsche hable por ti...
no dudo de lo vasto de tu cultura, dudo del uso que le das. y sobre todo, de su profundidad.
y recuerda la antiquisima discusion sobre lo paradojico de ser a-teo. que solo se define a traves de Dios, a traves de su negacion...
En primer lugar, gracias por tu comentario.
ResponderEliminarMe sorprende que digas que pretendo que "Nietzsche hable por mí", pues eso iría en contra del pensamiento racional que pretendo difundir. Desde luego son 'otros' los que aseguran que un ente superior habla a través de ellos.
En cuanto a lo paradójico de ser ateo, en cuanto pueda espero confrotar el ateísmo negativo (al que haces referencia) frente al ateísmo positivo.