domingo, 6 de febrero de 2011

BENEDICTO XVI, LO PREFIEREN EMBALSAMADO A DONAR SUS ÓRGANOS

Benedicto XVI con el uniforme de las Juventudes Hitlerianas
Benedicto XVI con el uniforme de
las Juventudes Hitlerianas


Esta semana, y a raíz de unas conferencias y artículos del doctor Gero Winkelmann, de Munich, en los que se ponía como ejemplo al papa Benedicto XVI para animar a la gente a donar órganos, hemos asistido al penúltimo sainete proveniente del Vaticano.

Parece ser que Ratzinger había mostrado en alguna ocasión su voluntad de que sus órganos fuesen donandos tras su muerte, pero esta semana, por boca de su secretario Georg Gänswein hemos sabido que dicha donación no tendrá lugar, y el motivo, siéntense si están depié, es que dichos órganos podrían ser objeto de veneración por sus fieles una vez convertidos en reliquias.

Dicho de otra manera, la autodenominada "religión de vida", prefiere ver los órganos del papa semiputrefactos en una urna, antes que utilizarlos para salvar vidas.

En Azotededioses nos preguntamos, si entre tanta falsa reliquia, donde se adoran desde varios prepucios de Cristo, huevos y plumas del Espíritu Santo, barro que le sobró al Creador al fabricar a Adán, etc, etc, no podrían en este caso recurrir a los órganos de cualquier animal y utilizar los auténticos para salvar vidas. Se trataría, sin duda, de un engaño de lo más piadoso. Si me aceptan la sugerencia, el corazón de un cerdo, debidamente putrefacto y posteriormente embalsamado,  en una bonita urna de cristal de bohemia, repujada en oro y con incrustaciones de piedras preciosas, sería indistinguible del de Benedicto para cualquier católico; al fin y al cabo nadie sabe hasta ahora qué aspecto tiene el corazón de Ratzinger, y tampoco es que sus seguidores sean muy dados a cuestionarse la veracidad de estas cosas.

Habrá quien diga que los órganos de este hombre, dada su edad, difícilmente podrían ser aptos para una donación, pero eso no resta ni un ápice para que las palabras del Vaticano, además de absurdas, supongan un gesto más del egoísmo al que acostumbran. Y dada la influencia que tienen sobre el pensamiento de tanta gente, cualquiera sabe cuantos donantes de órganos potenciales dejarán de serlo por preferir seguir el ejemplo que les trasmiten desde sus referentes morales.

P.D: Por supuesto, por si alquien se lo está planteando, el que escribe esta entrada es donante de órganos desde hace muchos años, además de donante habitual de sangre. Animo a todos quienes me lean a que hagan lo mismo, ya que es un gesto valioso pero que no supone ni esfuerzo ni coste alguno.

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