Han pasado ya dos días desde la para mí histórica jornada vivida en Madrid, donde por primera vez en España se ha vivido una manifestación pro-laicismo con un seguimiento considerable por parte de numerosos asistentes, sobre todo teniendo en cuenta que para éstos no había alojamiento ni transporte gratuítos.
Contra lo publicado por numerosos medios, cabe decir que no hubo provocación por parte de los asistentes a la marcha frente a los peregrinos de las JMJ, sino simplemente el ejercicio de un derecho de todos los ciudadanos a manifestarse. Cabe recordar que la marcha estaba autorizada (aunque su trabajo costó), por lo que no se entiende que, cuando algunos de los jóvenes de las JMJ trataron de impedir el avance de la marcha por Sol, la policía cargase contra los manifestantes.
Señores policías, ustedes están para garantizar el ejecicio de los derechos por parte de los ciudadanos, y los asistentes a la marcha laica estaban allí cumpliendo con todos los requisitos que marca la ley; si alguien procura impedirles el paso, son estos últimos los "malos", y por tanto son ellos los que tienen que sufrir en sus carnes vuestras habilidades con la porra y vuestros malos modales. Entendemos que sois "unos mandaos", y a la vez lamentamos que el resto de funcionarios de España no ponga tanto celo en su trabajo como el que ponéis vosotros, que es una alegría comprobar el desparpajo que mostráis cuando de intimidar a ciudadanos desarmados se trata, y a la vez no alcanzamos a comprender como en este país aún existen delincuentes con la policía tan esforzada que tenemos.
Este país, nuestro país, España, cada vez se parece más a aquella España que pensábamos que no habría de volver más; últimamente solo las manifestaciones convocadas por el "stablishment" se libran de las cargas policiales (manifestaciones contra ETA, los alegres días de "mani" de los obispos, etc.), recordando viejos momentos vividos en la Plaza de Oriente. En cuanto un colectivo amenza el "status quo" actual, a las autoridades de este país les entra el canguelo y manda a sus "chicos" a poner orden, no sea que un día les fuercen a abandonar la poltrona por la que estuvieron lamiendo culos por tanto tiempo.
Después de la marcha laica, todos aquellos que unos días antes clamaban contra su autorización han salido en tromba mostrando la bandera del "ya lo decía yo que esto iba a pasar", culpando, cómo no, a los asistentes a dicha marcha de los disturbios ocurridos, no parándose ninguno a reflexionar que dichos ciudadanos solo hubiesen podido evitar tales disturbios renunciando a su derecho de manifestación y libertad de expresión; derechos a los que, creemos, nadie tiene por qué renunciar, y muchos menos aún cuando se ve como las opiniones contrarias a las suyas gozan de todos los parabienes por parte de las autoridades.
Y entre tanta tontería como se ha escuchado de dos días a esta parte, sale hoy Arturo Canalda, Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, abriendo una investigacion por si algún peregrino menor de edad sufrió agresiones o amenzas por parte de algún manifestante, como parece ser que se aprecia en algún vídeo que circula por la red (suponiendo que sean menores, suponiendo que los amenazaran, y suponiendo muchas cosas más). Y decimos tontería, porque no investiga todos los posibles abusos cometidos contra los menores, sino solo contra los menores peregrinos, como si en la manifestación no hubiese habido también menores defendiendo las posturas laicistas y siendo increpados por los asistentes a las JMJ.
Señor Canalda, investigue usted bien y castigue a todos los que hayan obrado contra algún menor, pero investigue a TODOS y por actos contra CUALQUIER MENOR. A modo de sugerencia, le proponemos que investigue a todos esos catequistas y sacerdotes que incitaban a sus chiquillos a ir contra los asistentes a la manifestación, que más que pastores de un rebaño parecían cazadores azuzando a su jauría.
Y, puesto que gracias a sus intervenciones de hoy hemos conocido de la existencia del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, aprovechamos también para recordarle que entre sus obligaciones debe figurar también la de perseguir a tantos pederastas que andan por oscuras sacristías tratando de inocular en los niños el amor de dios por vía anal.
Para finalizar esta entrada, unos vídeos de la manifestación y de los acontecimientos ocurridos después.
El primero es sobre el trascurrir de la marcha.
En el segundo, una periodista es amanazada por un policía ("como te meta una hostia verás", "ahora te vamos a pegar sin que te vean, periolisto").
Y en este tercero vemos como un grupo de policías acosan a un fotógrafo que los "cazó" con su cámara mientras golpeaban a una chica (a partir del minuto 1'30").
ACTUALIZACIÓN 20/08/2011
Hemos sabido que el fotoperiodista agredido en el último vídeo es Daniel Nuevo, y hemos dedicado una nueva entrada del blog a reproducir la versión de los hechos que ofrece el propio agredido en su blog.
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